Si quieres mantener en un estado óptimo la mecánica tu coche para que éste te dure lo máximo posible, hay algunas piezas a las que deberás prestarle especial atención.
- Bomba de agua
- Sistema de dirección
- Sistema de embrague
- Sistema de inyección
- Sistema de transmisión
- Termostato
- Tubo de escape
- Turbo
- Válvula EGR
Esto no quiere decir que puedas descuidar el mantenimiento del resto de componentes y elementos que forman parte de los distintos sistemas integrados en la mecánica de un vehículo, ni tampoco que no debas evitar algunos malos hábitos al volante que perjudican la salud de tu coche. Por ello, vamos a ver cuáles son las piezas a las que deberías prestarle una mayor atención, cómo puedes cuidarlas y qué puedes hacer si se produce una avería en alguna de ellas.
Bomba de agua
¿Qué es la bomba de agua?
La bomba de agua es la encargada de hacer circular el refrigerante por los conductos habilitados a este fin y alrededor del bloque motor, del radiador y de la culata, transportando así el calor sobrante hacia el exterior.
¿Cómo puedes cuidar la bomba de agua de tu coche?
Algunos de los factores que pueden hacer que la bomba de agua de tu coche falle son la calidad de los componentes del refrigerante, la frecuencia con la que se sustituye y la tensión de la correa que acciona la bomba. En este punto, es importante mencionar que, si se realiza el cambio de la correa de distribución, tendrá que sustituirse también la bomba de agua e instalar una nueva.
Para mantenerla en buen estado, conviene limpiarla cada 50.000 km y debes evitar reemplazar el refrigerante por agua (una creencia muy extendida que facilita que la bomba se oxide y que se deteriore el aluminio del motor).
¿Qué hacer si se avería la bomba de agua?
La bomba de agua suele averiarse por tres motivos principales: por desgaste del sello mecánico de la misma, porque se ha roto la correa que la acciona o porque tiene fugas, se agarrota o se han erosionado las paletas de la hélice.
En cualquiera de los casos, se debe cambiar la bomba hidráulica por una nueva.
Sistema de dirección
¿Qué es el sistema de dirección?
El sistema de dirección es el conjunto de mecanismos que permite al conductor orientar las ruedas directrices para guiar la trayectoria del vehículo fácilmente.
Este sistema está compuesto por diferentes piezas: el volante, la barra de dirección, la caja de dirección y los terminales de dirección.
¿Cómo puedes cuidar el sistema de dirección de tu coche?
Para cuidar el sistema de dirección debes revisar que la presión de tus neumáticos es la adecuada, maniobrar con el coche en movimiento y sustituir el líquido de la dirección cada 60.000 km.
¿Qué hacer si se avería el sistema de dirección?
Si tu volante vibra es posible que tengas una avería en el sistema de dirección. Lo más habitual es que las ruedas estén mal equilibradas y se soluciona acudiendo a tu taller de confianza a que te las equilibren.
Si no es así, puede que el sistema de soporte de la dirección este dañado o que los soportes de caucho estén deteriorados por el paso del tiempo o los aceites. En este caso, deberás acudir al mecánico y reemplazar las piezas que sean necesarias.
Sistema de embrague
¿Qué es el sistema de embrague?
El sistema de embrague es el elemento que transmite la potencia del motor a la caja de cambios, separando y uniendo el giro del motor a la transmisión para liberar el movimiento hacia las ruedas motrices cuando haya una marcha engranada.
Se compone de varios elementos: el volante, el disco de embrague, la maza de embrague y el collarín de empuje.
¿Cómo puedes cuidar el sistema de embrague de tu coche?
Para cuidar el embrague de tu coche hay varios hábitos que debes evitar:
- Dejar el pie en el pedal del embrague en semáforos o paradas.
- Circular con el pie apoyado en el pedal del embrague.
- No pisar hasta el fondo el pedal del embrague cuando cambias de marcha.
- No hacer caso de los ruidos que puedan provenir del sistema de embrague.
¿Qué hacer si se avería el sistema de embrague?
Si se avería el sistema de embrague podrás saberlo por los distintos ruidos que puede producir el mismo. En algunos casos puede solucionarse cambiando el elemento averiado, pero desde RO-DES aconsejamos que se sustituya por completo el rodamiento, el plato y el disco para evitar repetir la inversión en un corto plazo de tiempo.
Sistema de inyección
¿Qué es el sistema de inyección?
El sistema de inyección es el que se ocupa de elevar la presión del combustible para que se adecue al ritmo de trabajo de los inyectores, dosificar la cantidad de combustible que se le inyecta a los cilindros y regular las velocidades máximas y mínimas en el motor.
¿Cómo puedes cuidar el sistema de inyección de tu coche?
Para cuidar este sistema deberás sustituir el filtro de carburante cada 30.000 km y no apurar el depósito de combustible (intenta mantenerlo, siempre que puedas, por encima de un cuarto de depósito).
¿Qué hacer si se te avería el sistema de inyección?
Puede que al cambiar el filtro de combustible se introduzcan unas pequeñas partículas de aire en el circuito. En ese caso tendrás que purgar la bomba de inyección.
Si lo que le ocurre a tu coche es el que el motor falla y huele mucho a combustible, deberás acudir al taller a que revisen y cambien los elementos que no funcionen adecuadamente en el sistema de inyección.
Sistema de transmisión
¿Qué es el sistema de transmisión?
El sistema de transmisión es el encargado de transmitir la potencia y el movimiento necesario para que las ruedas motrices giren.
Se compone de diferentes elementos como el embrague, la caja de velocidades o caja de cambios, el árbol de transmisión, el grupo cónico-diferencial y los palieres.
Además, actualmente es posible encontrar distintos tipos de transmisiones en el mercado, como: motor delantero y tracción, motor delantero y propulsión trasera, motor trasero y propulsión, propulsión doble y transmisión total (propia de automóviles todoterreno, vehículos dedicados a la construcción y algunos tipos de camiones).
¿Cómo puedes cuidar el sistema de transmisión de tu coche?
Para cuidar y alargar la vida útil del sistema de transmisión de tu coche sigue estos consejos:
- Cambia el aceite de la transmisión tras los kilómetros indicados en el libro de mantenimiento de tu automóvil (suele ser cada 50.000 km aproximadamente).
- No cargues en exceso el vehículo y mantén en buen estado tus neumáticos.
- Mantén a punto el sistema de refrigeración para prevenir el recalentamiento de la transmisión.
- Si tu transmisión es manual, no abuses del embrague, cuando lo uses pisa a fondo para evitar crujidos o forzar el sistema y reemplaza el aceite de la caja cada 25.000 km. Si, por el contrario, la transmisión es automática, ten cuidado con los posibles patinajes producidos por el aquaplaning o el barro y no permanezcas mucho tiempo en cambio con el vehículo detenido.
¿Qué hacer si se te avería el sistema de transmisión?
Detectar la avería del sistema de transmisión a tiempo puede resultar clave. Si piensas que la transmisión puede estar fallando, puedes reconocerlo con estas pequeñas pautas:
- Si escuchas un ruido metálico cuando giras al cambiar de dirección, puede que la junta de ese lado esté desgastada y el anclaje tenga holgura, por lo que deberías reemplazarlo.
- Si sientes vibraciones cuando vas en línea recta (especialmente si estás acelerando o decelerando bruscamente) puede que el palier esté desequilibrado, por lo que es recomendable cambiar el bloque entero.
- Si escuchas zumbidos al detener o acelerar el vehículo o notas una falta de estabilidad en el sistema, puede que tengas un problema en el diferencial. Acude a tu mecánico para que compruebe si se ha desajustado.
- Por último, si tienes un coche automático y patina en todas las marchas o le cuesta acelerar, revisa si necesitas reponer el aceite.
Termostato
¿Qué es el termostato?
El termostato es el encargado de regular la temperatura del circuito de refrigeración y adecuar el suministro de refrigerante cuando es necesario. También impide que el refrigerante circule entre el motor y el radiador cuando el motor está frío.
Actualmente puedes encontrar dos tipos distintos de termostatos: termostatos de fuelle, formados por un fuelle con forma circular y realizado en latón, o termostatos de cápsula, cuyo principal componente es una cera que tiene un alto coeficiente de dilatación.
¿Cómo puedes cuidar el termostato de tu coche?
Para cuidar el termostato de tu coche deberás comprobar los niveles de líquido refrigerante, controlar que el indicador de temperatura no sobrepase con frecuencia los 70ºC ni supere los 90ºC, además de mantener limpio y en buen estado el radiador.
¿Qué hacer si se te avería el termostato?
Si el motor del coche trabaja de forma inusual en frío, sin llegar a calentarse lo suficiente, o si la calefacción no expulsa aire caliente es posible que el termostato esté funcionando mal.
La reparación del termostato no es posible, por lo que si existen indicios de que no está funcionando adecuadamente, deberá cambiarse por un termostato nuevo. Además, se aconseja también cambiar el termostato cuando se cambie la bomba de agua, las mangueras o el radiador.
Tubo de escape
¿Qué es el tubo de escape?
El tubo de escape mejora el rendimiento del motor evacuando al exterior los gases que se producen durante la combustión, ayudando a que la temperatura interna descienda y amortiguando la contaminación ambiental y acústica que genera tu coche. Es un elemento compuesto por la unión de diversas piezas, aunque se hay dos de ellas que son fundamentales: el silenciador intermedio y el silenciador trasero o posterior.
Además, es importante tener en cuenta que este componente puede deteriorarse y oxidarse con el paso del tiempo, dando lugar a roturas. Sin embargo, si esta circunstancia llegara a producirse, se notaría debido al característico ruido que se produce.
¿Cómo puedes cuidar el tubo de escape de tu coche?
Si quieres cuidar el tubo de escape de tu vehículo evita transitar por caminos donde el bajo de tu coche pueda rozar con el suelo o donde haya sal o pequeñas piedras que, al pisarlas con las ruedas, puedan salir proyectadas. En zonas donde la climatología en invierno es más adversa y se hace imprescindible el uso de sal para derretir la nieve o el hielo que se posa sobre la calzada, así como en ciudades próximas al mar donde los niveles de humedad son superiores, el tubo de escape suele ser más propenso a deteriorarse debido a la oxidación.
¿Qué hacer si se avería el tubo de escape?
La rotura del tubo de escape es una de las averías más frecuentes que se producen en este sistema y el principal motivo de que esto suceda es la oxidación y la degradación que ésta produce e las soldaduras de cada una de sus partes. Así mismo, también es posible percibir ruidos provocados por la rotura de alguna de las juntas, pues el tubo, si esto sucediera, cogería holgura. Una avería en el catalizador, otro de los componentes que forman parte del sistema de escape, produciría también ruidos considerables que se originarían en el tubo de escape.
Por lo general, muchas de las roturas que se producen en alguno de los tramos del tubo de escape, tienen arreglo y no es necesario sustituir el elemento por otro nuevo o de segunda mano. Sin embargo, esto dependerá de la magnitud que tenga la grieta producida o del nivel de oxidación que haya podido alcanzar el conjunto.
Turbo
¿Qué es el turbo?
El turbo o turbocompresor es el elemento encargado de ayudar a comprimir el aire que circula hasta el motor con el fin de enviar más oxígeno para mezclar con una mayor cantidad de carburante.
Este sistema de sobrealimentación consta de una turbina y de un compresor centrífugo.
¿Cómo puedes cuidar el turbo de tu coche?
Para cuidar el turbo de tu coche debes:
- Evitar acelerones en frío, ya que el turbo no estará bien engrasado.
- Elevar las revoluciones con el coche parado o en punto muerto.
- Desconectar de golpe el motor (hay que dejarlo un par de minutos al ralentí para que se enfríe y la turbina baje progresivamente las revoluciones).
- Conduce de vez en cuando en marchas cortas y pisa fuerte el acelerador en las rampas para mantener limpio el escape y el sistema de admisión.
- Elige un aceite de calidad y revisa su nivel y su estado.
- Sustituye a tiempo los filtros de aire y de aceite de tu coche.
- Vigila el estado en el que se encuentran los manguitos de refrigeración y el propio turbo.
¿Qué hacer si se te avería el turbo?
Las averías más comunes que llevan a la rotura del turbo son:
- Desgaste del “carrete del turbo”: causando fugas de aceite que se filtrarán en el sistema de admisión generando humo azul y disparando el consumo de aceite.
- Holgura del eje: si escuchas ruidos anormales en el turbo.
- Geometría variable agarrotada: si hay un descenso de potencia y se te enciende la luz de fallo motor.
- Fallo de la válvula de descarga: si se activa el modo de emergencia y disminuyen las prestaciones del turbo.
- Fugas de presión: si desciende la potencia y genera “silbidos” graves al acelerar.
Si piensas que el turbo de tu coche está averiado, llévalo a tu taller de confianza para comprobarlo cuanto antes.
Válvula EGR
¿Qué es la válvula EGR?
La válvula EGR (Exhaust Gas Recirculation o recirculación de los gases de escape) tiene como finalidad disminuir las emisiones de gases nocivos al medioambiente.
¿Cómo puedes cuidar la válvula EGR de tu coche?
Para cuidar la válvula EGR sube de revoluciones el motor en velocidad cortas y con el motor caliente, mantén limpio y en buen estado el sistema de inyección de tu coche y realiza una correcta limpieza de la válvula al menos una vez al año o cada 7000 km.
¿Qué hacer si se te avería la válvula EGR?
Los síntomas más habituales de que la válvula EGR está averiada son: disfunción en el arranque, tirones, alto consumo de combustible, ahogo del motor, falta de potencia, exceso de humos y agarrotamientos mecánicos.
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