Uno de los principales problemas que supone la implementación y la transición hacia el coche eléctrico en nuestro país, es la escasa infraestructura de puntos de recarga rápida y la necesidad de que éste problema se solucione de algún modo con el fin de facilitar cualquier tipo de desplazamiento por carretera con un vehículo de este tipo ya que, en la actualidad, somos muchos los conductores que no solo utilizamos el coche particular para realizar desplazamientos diarios hacia nuestro lugar de trabajo, sino que también hacemos uso del mismo durante nuestros momentos de ocio, empleándolos como medio de transporte durante los viajes de fin de semana o para llegar a nuestro destino de vacaciones.
Los desplazamientos de más de 300/400 kilómetros, que es la autonomía máxima que ofrecen los modelos eléctricos comercializados actualmente en España, son bastante habituales y ya no solo a nivel particular, sino también profesional. Si a ello le sumamos que, a diferencia de los núcleos situados en las principales ciudades españolas, no existen demasiados puntos de recarga rápida en nuestra red de carreteras, el hecho de poder llevar a cabo este tipo de desplazamientos con normalidad, se torna en muchas ocasiones totalmente imposible para quien conduce un vehículo eléctrico.
Esta situación, podría cambiar progresivamente con la propuesta del Gobierno -de la cual ya os hablamos en nuestro anterior artículo y que está incluida en el anteproyecto de Ley de Cambio Climático y Transición Energética- de dar un plazo de máximo de 27 meses para que todas aquellas estaciones de servicio que suministren más de 5 millones de litros de combustible al año dispongan en sus instalaciones, al menos, de un punto de recarga rápida para vehículos eléctricos. Sin embargo, podría no ser suficiente ya que probablemente se formarían colas que harían que esa “recarga rápida”, ya no lo fuera.
A partir de 2019, Hyundai y Kia instalarán paneles solares en el techo de sus coches
La preocupación de los fabricantes de automóviles por dar con una solución que ayude a mitigar los problemas que actualmente frenan la transición hacia la movilidad eléctrica, es más que evidente en ciertos casos. Una buena muestra de ello, es la solución que Hyundai Motor Group (al que también pertenece Kia Motors) ha puesto sobre la mesa. Se trata de una propuesta que supondrá una clara evolución en coches eléctricos, híbridos y también en los de combustión: la instalación de paneles solares fotovoltaicos en el techo de los vehículos.
De acuerdo con la nota de prensa publicada por Hyundai, estos paneles solares podrían ofrecer una recarga de hasta el 60%. Donde antes había una gran superficie sustancialmente desaprovechada, podría convertirse a partir de ahora en un medio que genere electricidad para alimentar las baterías de algunos de los modelos más eficientes de Hyundai y Kia. Además, no se trata de un proyecto a medio o largo plazo, sino que empezará a materializarse a partir del próximo año 2019.
Tres tipos de sistemas de carga mediante paneles solares
Tal y como hemos comentado en párrafos anteriores, esta tecnología no solamente servirá para incrementar la autonomía de vehículos eléctricos o híbridos enchufables, sino que también podrá ser utilizada en modelos de combustión de forma que facilite una mejor eficiencia. Para ello, Hyundai ha desarrollado tres tipos de sistemas de carga: el sistema de techo solar de silicio de primera generación, el sistema de techo solar semitransparente de segunda generación y la tapa solar ligera de tercera generación en la carrocería del vehículo.
Sistema de techo solar de primera generación: se empleará en modelos híbridos y logrará cargar entre el 30% y el 60% de la batería diariamente, aunque siempre dependiendo de las condiciones climatológicas y ambientales. Este tipo de paneles, se producirán en serie, son de silicio y podrán ser instalados en cualquier tipo de techo.
Sistema de techo solar semitransparente de segunda generación: se empleará sobre todo en vehículos de combustión (aunque también su uso es aplicable a vehículos eléctricos) y su principal característica es que se trata de techos solares semitransparentes, que permitirán que sean instalados en los propios techos solares de los vehículos sin que éstos pierdan visibilidad. Su función será la de cargar una batería adicional con la que se reducirá el consumo y las emisiones de CO2. En coches de combustión, será la primera vez que se utilice una tecnología de este tipo, mientras que en los coches eléctricos podrá servir también para cargar la batería principal del vehículo e incrementar la autonomía de éste.
Sistema de tapa solar liviana de tercera generación: actualmente todavía en fase de pruebas, esta tecnología combinaría la instalación de paneles solares tanto en el techo como el capó del vehículo, de manera que se pueda maximizar el autoabastecimiento de energía. Además, los paneles estarán conectados a un controlador y a una batería, de forma que se pueda obtener el máximo rendimiento en todo el proceso ya que toda la energía generada por medio de los paneles, pueda ser transformada en voltaje estándar por el controlador y posteriormente almacenada en la batería.
Está claro que, de momento la idea del Grupo Hyundai todavía no sirve para terminar con el problema de las recargas en los vehículos eléctricos. Sin embargo, desde RO-DES pensamos que es una tecnología muy innovadora que puede acercarnos a una solución definitiva y que, sin duda, dará mucho que hablar el próximo año, cuando empiece a ser implementada en los vehículos del Grupo que vayan saliendo al mercado.