Purgar los frenos del coche es una tarea esencial la cual garantiza el correcto funcionamiento del vehículo.
En ocasiones, el nivel de líquido de freno está demasiado bajo en el depósito del cilindro principal, provocando que algunas burbujas puedan quedar atrapadas dentro de las líneas reduciendo la resistencia general de la línea del líquido de frenos.
El purgado de los frenos es una tarea que suelen llevar a cabo los talleres, pues no todos tenemos la maña para atrevernos a toquetear el sistema de frenos del coche.
Expertos recomiendan purgar el sistema de frenos del coche junto a la revisión del mantenimiento de este y siempre que presentes alguna de las siguientes situaciones:
- Cuando no hay suficiente líquido de frenos en el depósito: Esto supondría que el sistema absorbiera el aire.
- Con el cambio de los discos o pistones, en este caso deberás desconectar las líneas del circuito de frenos.
- Con el desgaste en las pastillas de freno, de no hacerlo entraría aire en el sistema de frenos.
- Cuando se observan fugas en los conectores y acoplamientos debido a la circulación sobre carreteras con baches o en mala construcción.
Recuerda que todo problema viene de la mano de un síntoma, por lo que debemos saber detectarlos con anterioridad. Pisa el pedal y si observas que su dureza ha disminuido o que tienes que pisarlo varias veces para que funcione el freno, ten en cuenta que debes acudir a un taller.
Puedes observar otros tantos motivos para purgar los frenos en el artículo de Noticias Coches.
Purgar los frenos
Purgar los frenos es una tarea delicada y costosa, requiere de mucha atención. Los primeros pasos que debemos tener en cuenta son:
- El coche debe estar en una superficie plana.
- Las ruedas del vehículo deberán de estar bloqueadas.
- Eleva, a ser posible, las ruedas con un gato elevador, de esta forma trabajarán con muchísima más comodidad.
- Consulta el manual del vehículo antes de ponerte a toquetear elementos del coche que no conoces.
Este proceso se puede hacer de tres formas distintas, siendo estas las siguientes:
Por gravedad
Consiste en que la fuerza de la gravedad haga la faena por ti. Puedes utilizar este método siempre que el cilindro maestro esté en lo alto del cortafuegos, por encima del nivel de las ruedas. Luego sigue los siguientes pasos:
- Llena el depósito del cilindro con el líquido nuevo.
- Afloja el tornillo de purgado de la pinza o cilindro de freno y espera una hora.
- Cierra el grifo y cambia la rueda.
- Por último, debes bombear el pedal de freno, hasta que lo sientas sólido y sin esponjosidad.
Con una bomba de vacío
Es la forma más rápida y costosa de hacerlo, suponiendo un coste de entre los 10€ y los 200€. Lo primero que deberás hacer será conseguir la bomba de vacío, semejante a una pistola de silicona, todo seguido:
- Succiona el aire y el líquido con la bomba de vacío.
- Llena el cilindro y cierra la válvula.
- Repite este proceso las veces que haga falta.
Con una botella
El método de la botella consiste en obtener cualquier frasco con tapón y un caucho de manguera que encaje en la boquilla del acceso al purgado de freno. Todo seguido sigue los siguientes pasos:
- Taladra un agujero en el tapón por donde pueda pasar la manguera.
- Taladra un segundo agujero más pequeño y pon por ahí el liquido de frenos, así no puede entrar el aire por ningún lado.
- Conecta la manguera al purgador y ábrelo. Luego bombea el pedal de freno unas cuantas veces.
- Cierra la válvula y repite el proceso en las 4 ruedas del vehículo.
Pasos para purgar los frenos
Ahora bien, la mayoría de las personas, utilizan el método que explicaremos a continuación para purgar los frenos, siguiendo en todo caso los siguientes pasos:
- Retira la parte superior del depósito del cilindro, normalmente suele ser de color claro con la tapa negra. Todo seguido extrae el líquido viejo con la ayuda de una pera de succión.
- Limpia el depósito cuando hayas extraído todo el líquido ¡Ojo! No metas todo el trapo en el depósito.
- Llena el cilindro principal con el líquido de frenos limpio hasta la línea de llenado que observarás de forma rápida. Cierra la tapa del cilindro y ajústala bien.
- Localiza la válvula de purgado: Míralo en el manual de instrucciones del coche, aunque por lo general está situado detrás de cada rueda del coche en forma de un pequeño tornillo.
- Empieza a purgar, primero con el purgador de la rueda más lejana al depósito, hazlo en el orden correcto, de no hacerlo no lo estarás haciendo bien.
- Conecta un tubo de plástico al perno del purgador para hacer más fácil la salida de aire y con la ayuda de la llave de estrella, afloja el tornillo. Otra persona deberá estar presionando de forma continua el pedal de freno en el interior del coche.
- Cierra bien la válvula y repite el proceso con el resto de los neumáticos del vehículo. En el momento que el aire sale, lo más seguro es que notes que se hacen burbujas en el liquido de la botella, así que en el momento que ya no las veas, puedes cerrar.
- Comprueba el nivel de líquido: Este es el último paso y consiste en que, cuando tengas las cuatro ruedas purgadas, deberás revisar el nivel de líquido del depósito. En caso de que sea necesario, repite el proceso de purgamiento.
Y recuerda, el sistema de frenado siempre debe estar en buen estado, de no estarlo podrías sufrir algún disgusto en carretera, pues la posibilidad de sufrir un accidente es mucho mayor.