Existen dos tipos de freno: Los de disco y los de tambor, ambos poseen la misma función, pero su eficiencia varía según las necesidades y circunstancias a la que se enfrente el vehículo.
Para saber cuál de estos es mejor, nos tendremos que fijar en los aspectos claves que lo determinan.
Frenos de disco
Los frenos de disco son más comunes en la actualidad, siendo la opción más eficaz. Suelen montarse en deportivos de alta gama e incluso en coches urbanos.
Composición de los frenos de disco:
Teniendo en cuenta el artículo de LoctiteTeroson, los elementos fundamentales que forman los frenos de disco son:
- Pinza: Se encarga de cogerse a la pastilla de freno. Suele fabricarse en fundición o de aluminio.
- Pistón de freno: Se ubica en la pinza mencionada anteriormente y su función es empujar las pastillas contra el disco para frenar. Suele fabricarse de acero.
- Pastilla de freno: Es un elemento hecho en una base metálica.
- Disco de freno: Gira a la rueda, soportando el frenado de la pastilla de freno. Está fabricado de carbono, magnesio, cromo…
Funcionamiento:
Están compuestos por un disco (parte giratoria) y una pinza (parte fija). El disco de freno gira a la par del eje y las pinzas lo presionan reduciendo la velocidad. La presión de las pinzas y de las pastillas provoca fricción y resistencia, reduciendo la velocidad.
Ventajas:
- Los frenos de disco están expuestos al completo, pudiendo recibir aire de forma continua, disipando el calor generado por la fricción mejor. Es por ello por lo que pueden ser continuamente sometidos a cargas de trabajo y tienen mucho más aguante.
- Cuando las circunstancias de conducción sean más exigentes, se puede optar por los discos de freno ventilados.
- Los frenos de disco también permiten frenar con mayor constancia y fuerza sin fatigarse.
- La sustitución es rápida y fácil.
- Viste un menor número de componentes, por lo que el peso en el vehículo es menor.
Inconvenientes:
- Su mantenimiento supone un coste más elevado.
- La vida útil de los frenos de disco es menor a la de los de tambor.
Frenos de tambor
Los frenos de tambor son un sistema más antiguo que supuestamente no va a evolucionar más. Este sistema ha sido utilizado durante décadas y ha sido montado en los cuatro ruedas y en coches de carrera.
Hoy por hoy, están presentes en los coches compactos, subcompactos y urbanos; pues su peso es menor y no exige grades presiones.
Composición de los frenos de tambor:
- Plato: Es el componente en el que se anclan mecanismos como la zapata, bombín…
- Bombín: Es un cilindro hidráulico que impulsa los émbolos de su interior, moviendo las zapatas contra el tambor.
- Zapatas: Es un elemento metálico que añade remacho o pegado, un ferodo que fricciona contra el tambor. Este elemento se debe revisar periódicamente.
- Regulador: Sirve para ajustar el recorrido de las zapatas y su principal función es evitar que su desgaste provoque un aumento en el recorrido del pedal de freno.
- Resorte / muelle: Devuelve las zapatas a su posición inicial cuando no se acciona el pedal de freno.
- Tambor: Es la pieza exterior que cubre el mecanismo sobre el que frenan las zapatas. Su fabricación necesita de un mecanizado interior y exterior muy preciso y el desgaste de esta pieza puede ser modificado, siempre y cuando esté entre los márgenes de tolerancia establecidos por el fabricante.
Funcionamiento
Los frenos de tambor constan de un tambor que gira junto al eje, dentro del mismo se encuentran las zapatas, que son empujadas contra la parte interna del tambor cuando se acciona el freno; creando fricción y resistencia, y provocando el frenado del coche.
Cuando el mecanismo está en reposo, las zapatas se comprimen contra el bombín de freno y, con la ayuda de los resortes, se separan del tambor.
Cuando el piloto acciona el pedal, la presión generada en la bomba de freno llega al bombín, que presiona para que se desplacen sus émbolos interiores y empujen las zapatas contra el interior del tambor. De esta forma llega a frenar el vehículo.
Ventajas:
- Solo se utilizan en el eje trasero del coche por lo que son más económicos y duraderos.
- Tienen mayor superficie de fricción, aunque no tiene buena refrigeración.
- Su coste de fabricación y mantenimiento es menor.
- Poseen una mayor protección frente a los agentes externos.
Inconvenientes:
- Tienen dificultades para disipar el calor.
- Sus componentes son más pesados.
- Su fabricación y mantenimiento suele ser más difícil, sobre todo cuando no se sustituye por completo.
- Se deforman o agrietan fácilmente a causa del desgaste y altas temperaturas.
- Si se les exige mucho, tienden a desgastarse y fatigarse rápidamente.
Lleva a cabo un correcto mantenimiento del vehículo y sus elementos, sobre todo del sistema de frenado, pues esa es la clave principal para su buen funcionamiento. Si quieres leer más recomendaciones útiles para alargar la vida útil de estos componentes, no olvides leer nuestro post: Frenos: Cómo evitar el desgaste prematuro en este importante elemento del vehículo.
Para terminar, puedes ver el vídeo tutorial que tenemos en nuestro canal de YouTube sobre el cambio de los discos de freno de un coche: