La Comisión Europea cede a la petición de varios países e introducirá una nueva clasificación para los vehículos de combustión que sean capaces de utilizar exclusivamente combustibles sintéticos neutros en carbono, por lo que su venta a partir de 2035 estará permitida.
- El error que hizo pensar que se prohibirían los motores de combustión
- Los vehículos de combustión podrán seguir vendiéndose
- Las consecuencias de apostar por los e-fuels
- Llenar el depósito con e-fuels podría superar los 200 euros
- Los coches de combustión actuales ¿Pueden funcionar con e-fuels?
- Más obstáculos para la electrificación
Como era de esperar, finalmente la Unión Europea ha aceptado la propuesta de Alemania, el principal fabricante de vehículos de la UE y uno de los más importantes del mundo, para que a partir de 2035 puedan seguir vendiéndose coches de combustión que utilicen e-fuels, pero ¿Qué es lo que ha sucedido para que la CE cambie de opinión y decida redactar de nuevo el texto en el que se basará la normativa? ¿Qué supone este cambio?
El error que hizo que fabricantes e instituciones pensaran que se prohibirían todos los coches de combustión
En realidad, tal y como se menciona en la nota de prensa que el Parlamento Europeo publicó anunciando la normativa que incluiría el Objetivo 55 (Fit for 55), los combustibles sintéticos -que son neutros en CO2, pero no en partículas de NOX- nunca estuvieron incluidos en la prohibición ya que, según el contenido de la mencionada nota -traducido a continuación- “como parte del paquete de medidas incluidas, se presenta una propuesta legislativa para revisar el Reglamento por el que se establecen normas de comportamiento en materia de emisiones de CO2 de turismos y vehículos comerciales ligeros o furgonetas”.
Por tanto, dar por hecho que la venta de automóviles propulsados por e-fuels estaría prohibida a partir de 2035, parece que se trató de un simple “error de interpretación” del texto, de acuerdo a cómo apuntan varios comentaristas del post de Gerardo Pérez, presidente de FACONAUTO, publicado en su perfil de LinkedIn.
Cómo ya hemos comentado en el párrafo de introducción, lo que Europa hará al respecto, es volver a redactar el texto de la normativa, creando una nueva categoría de vehículos en la UE basada en este tipo de coches.
Junto a lo anterior, los automóviles que formen parte de esta deberán incluir tecnologías que impidan su funcionamiento en caso de que utilicen combustibles contaminantes, como el diésel o la gasolina. Con esta modificación, parece que todo queda más claro ¿Cierto?
Los vehículos de combustión podrán seguir vendiéndose a partir de 2035
Gracias a este giro y en lo que al texto de la propuesta se refiere, los fabricantes de automóviles tienen una nueva vía para seguir comercializando coches nuevos propulsados por motores de combustión, eso sí, con nulas emisiones de CO2.
Recordamos que, tras meses de negociaciones, los países de la UE y el Parlamento Europeo acordaron la citada ley el año pasado, pero el Ministerio de Transporte de Alemania presentó objeciones de última hora y exigió que se incluyeran los combustibles sintéticos, paralizando la votación final que habría hecho que entrara en vigor. Otros países como Italia se posicionaron a favor de Alemania y se mostraron reticentes con respecto al veto de los vehículos de combustión a partir de 2035.
Por tanto, y puesto que ya son muchos los fabricantes que apuestan claramente por la movilidad eléctrica -como Stellanis, quien según el artículo publicado por el medio Cinco Días del Grupo Prisa, ya ha anunciado sus intenciones de vender únicamente vehículos eléctricos en Europa a partir de 2030- esta modificación permitirá a los productores de vehículos seguir en la búsqueda de las “cero emisiones”.
De esta manera, se continuaría respetando lo que el sector denomina como «neutralidad tecnológica», es decir, sin que se imponga el tipo de tecnología que deben usar para alcanzar los objetivos anticontaminación.
Las consecuencias de apostar por los e-fuels
Pese a que los combustibles sintéticos pueden parecer la solución más favorable tanto para el consumidor como para los fabricantes de vehículos, la realidad es bastante controvertida. En nuestro anterior artículo, donde ya hablamos sobre las ventajas e inconvenientes de los biocombustibles, ya os adelantábamos los aspectos que podrían frenar la inversión y el desarrollo de estos. Resumiendo, mencionamos los siguientes puntos a tener en cuenta:
- Los costes de producción son muy altos en la actualidad.
- La infraestructura está muy limitada en lo que a fabricación, distribución y almacenamiento se refiere.
- Se requiere de un alto consumo energético para fabricarlos y de una mayor inversión en energías renovables.
- No están exentos de impacto medioambiental ya que siguen emitiendo gases nocivos como el NOX.
Pero esto no es todo, y es que como hemos podido ver en distintas publicaciones en medios, los precios de este tipo de combustibles podrían ser superiores a los 2’80 euros por litro. Una locura ¿Verdad? Os lo contamos con mejor detalle en el siguiente punto.
Llenar el depósito de un coche con e-fuels podría superar los 200 euros
Así lo advierte la Federación Europea de Transporte y Medio Ambiente (AISBL o Transport & Environment) en su página web oficial, en la que recalca que, el impulso de Alemania para salvar el motor de combustión, podría suponer que el coste que los conductores deban asumir para llenar el depósito de combustible con e-fuels supere los 200 euros.
El apoyo de Olaf Scholz, canciller de Alemania desde 2021, a los e-fuels afectará directamente al bolsillo de los automovilistas, aumentará las emisiones, el consumo de petróleo y la contaminación del aire, por lo que la situación en lugar de mejorar claramente empeoraría.
Esto significaría un lastre para la sociedad y para la industria automovilística ya que, este precio tan desorbitado, provocaría que solo los conductores más pudientes pudiesen acceder a este tipo de vehículos, tanto en lo que a su precio de venta se refiere como en lo relativo a sus costes de mantenimiento.
Además, es importante tener en cuenta que la nueva categoría de vehículos creada por la UE y mencionada en párrafos anteriores, exigirá que los automóviles propulsados por e-fuels cuenten con tecnologías capaces de impedir que funcionen con otro tipo de combustibles que no sean neutros en CO2, lo cual, como ya hemos mencionado, elevaría considerablemente el coste de fabricación de los coches que equipen este tipo de motores de combustión.
Con un coste aproximado de 2´80 euros por litro, los combustibles sintéticos que hace unos días parecían poder ser una solución plausible para la sociedad, supondrían un incremento de más de 50% en lo que al coste actual del diésel o la gasolina se refiere ¿Te imaginas gastando una media de 2.300 euros al año en carburante para llenar el depósito de tu coche? Seguramente, y nos incluimos en esta afirmación, te parezca algo totalmente descabellado.
La complejidad en el proceso de producción que tienen los e-fuels y la enorme cantidad de energía que se requiere para llevarlo a cabo, son los principales factores que provocan que su coste de adquisición sea tan elevado. Pero ¿Hay más inconvenientes? Por supuesto, y no son para nada insignificantes ya que están directamente relacionados con la calidad del aire que respiramos.
Según el informe, también enlazado al comienzo de este punto, este vacío legal para los e-combustibles condenaría a los europeos a respirar aire tóxico durante décadas ya que, aunque este tipo de carburantes son neutros en CO2, todavía siguen emitiendo tras la combustión agentes contaminantes como el NOx, provocando un aumento, para 2050, hasta las 160.000 toneladas de este gas.
¿Demasiado verdad? Para que te hagas una idea más concreta de esto, esa cantidad representaría más emisiones tóxicas que las producidas en un año por todo el parque automovilístico de un país como Italia.
Los coches de combustión actuales ¿Podrían funcionar con e-fuels?
Para dar respuesta a esta pregunta que seguramente, como lector, te habrás planteado si estás interesado en un tema como este, recurrimos a la publicación de Neomotor, donde han consultado con el experto en biocombustibles Antonio García, un reconocido investigador del Instituto CMT-Motores Térmicos de la Universidad Politécnica de València.
Antonio García, bastante más optimista con este asunto, explica que los e-fuels o combustibles sintéticos son compatibles con los motores de combustión actuales sin necesidad de ninguna adaptación, pues simplemente agregándolos al depósito de gasolina o diésel, el vehículo funcionaría sin problemas.
También señala que existen varios tipos de e-diésel y e-gasolina que ofrecen prestaciones ligeramente diferentes a las de los combustibles tradicionales, pero no necesariamente mejores o peores. Además, indica que las mismas prestaciones pueden mantenerse sin modificar ninguna pieza mecánica del motor, solo ajustando su parte electrónica. En definitiva, no sería necesario adaptar el motor para utilizar e-fuels o combustibles sintéticos.
Otro de los aspectos a destacar sobre la opinión de Antonio García en relación a los e-fuels, es lo referente al precio de estos ya que, a pesar de su complejo proceso de producción y su escasa disponibilidad, declara que los combustibles sintéticos no son tan costosos como se podría pensar.
Según Antonio García, quien ha trabajado con e-fuels en numerosas pruebas durante varios años, «a día de hoy no es tanta la diferencia con los combustibles tradicionales», y «en pocos años tras un proceso de escalado a nivel nacional, el precio de los combustibles sintéticos sería muy parecido al de la gasolina o el diésel en la actualidad». Como verás, las opiniones al respecto son bastante dispares con lo comentado en puntos anteriores, así que ¡La polémica está servida!
Más obstáculos para la electrificación del parque automovilístico
La Federación Europea de Transporte y Medio Ambiente, también conocida por sus siglas en inglés T&B, ya declaró en un informe publicado en diciembre de 2020 que los biocombustibles, el etanol y los combustibles sintéticos suponen una “distracción” en el camino hacia la electrificación de la movilidad.
Según este organismo, la electrificación directa es la opción más asequible para los fabricantes de vehículos a fin de cumplir con las nuevas normativas de emisiones de la Unión Europea. Además, compara el uso de biocombustibles con el “caballo de Troya”, ya que se prolongaría la dependencia de combustibles fósiles, como el diésel o la gasolina, y desviaría la transformación hacia el vehículo electrificado.
Así mismo, el uso de biocombustibles mezclados con diésel o gasolina afirma que tan solo reducirían las emisiones de CO2 asociadas al parque automovilístico, lo cual supondría tan solo un 10%, cifra que sería insuficiente para cumplir con los objetivos de neutralidad de carbono de la Unión Europea.
Ahora, nos gustaría saber qué opinas tu sobre los e-fuels o combustibles sintéticos ¿Crees que son una solución real para los consumidores? ¿Conoces información importante sobre este asunto y te gustaría compartirla con nosotros? ¡Te leemos en el apartado de comentarios!