Falta aún bastante para que termine el invierno. Por ello, y porque sabemos las muchas complicaciones que trae esta estación del año para los coches, es que en RO-DES queremos compartir con vosotros un interesante artículo que ha publicado Carrefour en su blog “Yo llego a fin de mes”
Los consejos que compartiremos a continuación no solamente son para ahorrar, sino que también están dados desde el punto de vista de seguridad vial.
Para comenzar, es importante mencionar que en invierno los coches consumen más combustible debido a que al haber una temperatura exterior más baja el motor se demora más en alcanzar la temperatura adecuada. Además, hay mayor pérdida de calor y el rendimiento en general es menor, pero no debemos preocuparnos porque esto es totalmente normal.
A continuación algunos interesantes tips:
1. Si tu coche duerme a la intemperie y hace mucho frío fuera, es recomendable poner un periódico o un trozo de cartón entre los limpiaparabrisas y el cristal para que no se peguen si hiela.
2. En el caso de que se forme hielo en nuestros cristales, hay que tener cuidado al elegir la forma de derretirlo. Si bien echar agua caliente al cristal es un método instantáneo para derretir el hielo, existe el riesgo de que estalle la luna si es que existe mucha diferencia de temperatura. Para evitar correr este riesgo, se puede emplear un truco casero que consiste en restregar una patata partida por la mitad por la superficie total de la luna.
3. Otro método para quitar el hielo es encendiendo el calefactor y el parabrisas, pero además de lento, esta forma es más bien cara puesto que con el motor frío, el calefactor produce un consumo extra de combustible. Por otro lado, si el agua del parabrisas se ha congelado todo el esfuerzo será en vano.
4. Antes de iniciar la marcha, debemos asegurarnos que todos los faros y cristales estén libres de nieve o hielo. Es muy recomendable circular con los faros encendidos (cruce, o luces diurnas si el coche las tiene) ya que mejora la visibilidad.
5. En el caso de estacionar en pendiente, es recomendable dejar el coche sujeto con la primera (o “P” en automático) o la marcha atrás. El freno de mano normalmente actúa sobre los frenos traseros y estos pueden congelarse. De suceder, será muy difícil levantar la palanca. El freno se puede echar parcialmente, pero nunca a tope. En el caso de que el freno de estacionamiento sea eléctrico es mejor no usarlo.
6. Es recomendable evitar, en medida de lo posible, los desplazamientos cortos. A modo de ejemplo, un coche de gasolina que homologa 5,7 litros/100 km. gastará más de 12 litros/100 km. de media en un trayecto de menos de dos kilómetros con temperatura ambiental cercana a 0ºC. Es decir, el consumo de un coche deportivo.
7. Esto debido a que el motor tarda más en calentarse, por lo que las diferencias de trayectos cortos y largos se notan mucho más. Es por ello que hay que esperar más tiempo para pedir al coche el máximo de sus posibilidades, o un esfuerzo medio. El aceite también debe de calentarse.
8. En el caso de tener un motor de gasolina, no hay que tener el motor al ralentí para que el motor coja temperatura, puesto que lo suyo es que la gane en marcha.
9. En el caso de contar con un motor diesel, es necesario esperar al precalentamiento de los inyectores (simbolizado con un doble rizo naranja) para dar el contacto. Luego, una vez en marcha, hay que esperar unos segundos. En esta clase de motores la lubricación es muy importante, por lo que hay que dar tiempo a que todas las partes del motor reciban aceite antes de ponerse en macha, en torno a 10-30 segundos dependiendo de la temperatura. En el caso de los motores turbo, o los turbodiésel, hay que esperar un momento antes de pisar el acelerador.
10. Una vez terminado tu trayecto, si tu motor es turbo o turbodiésel, es recomendable dejar el motor al ralentí unos 30 segundos si has conducido con cierta suavidad, o hasta un minuto si has conducido de forma más decidida. Si has coronado un puerto con caravana o alta velocidad, entonces lo recomendado será un minuto y pico. Así evitarás costosas averías.
11. En cuanto a los neumáticos, es fundamental que tengan una presión adecuada. Si nieva o hiela, es hasta recomendable darle un leve extra de presión de 0,2 a 0,3 bares para que los surcos del neumático “claven” mejor en firme.
12. Es buena idea utilizar neumáticos de invierno, o si no, algún tipo de cadenas. Los neumáticos normales son de verano y no están especialmente preparados ni para el frío ni para firmes resbaladizos. No se debe apurar la profundidad legal de 1,6 mm. Además, hay que saber que los neumáticos en invierno dejan de tener buen rendimiento en nieve si su dibujo tiene menos de 44 mm de profundidad. Por otro lado están los neumáticos todotiempo o “All Season” que no van óptimamente ni con frío ni con calor, sino que en término medio.
13. Es buena idea valorar si desplazarnos en vehículo es necesario, analizar la previsión climatológica y hasta qué punto merece la pena coger el coche cuando el tiempo está complicado.
14. El depósito debe ir lo más lleno posible, porque si nos quedamos tirados, es la única forma de tener calefacción. Con mucho frío y al ralentí, el consumo puede ser de un litro por hora. Es buena idea también llevar mantas o ropa de abrigo por si acaso, además del móvil con la batería cargada al máximo.